miércoles, abril 11, 2007

Impresentable

Después del chasco que me llevé al no poder acceder a la beca posdoctoral del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a pesar de haber sido el primer candidato propuesto por el Instituto de Astronomía, solicité otra posdoc en el Instituto de Astrofísica, Óptica y Electrónica de Puebla, México por medio de la convocatoria del Ministerio de Educación y Ciencia español, a través de la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación.
En esta convocatoria, cuyo plazo finalizó el 19 de Febrero, se solicitan investigadores posdoctorales para el extranjero, y se indica que la incorporación sería a partir del 1 de Junio de 2007. Los plazos de resolución están bastante claros:
1) 45 dias naturales desde el fin de la convocatoria para gestionar las solicitudes y, en su caso, solicitar documentación incompleta.
2) 30 dias naturales (a añadir a los anteriores) para evaluar las solicitudes, que serán enviadadas a una comisión de selección.
3) La comisión de selección deberá entregar la lista priorizada de candidatos antes de un mes desde la recepción de los informes de la comisión de evaluación.

Si se hacen las cuentas (desde el 19 de Febrero) la cosa salía para finales de Mayo. El problema está en que hoy llamé a la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación y me dijeron que todavía están en el primer punto, y que no esperan acabar hasta por lo menos dentro de 1 mes, con lo cual el retraso ya es considerable. Me dijeron que se han visto desbordados... pero bueno!!! y si yo estoy desbordado de trabajo y tengo un plazo para entregar informes puedo saltármelo a la torera o qué? Esta claro que el problema está en los medios destinados por la administración para la evaluación de las solicitudes.

¿Es que no se dan cuenta de que cada vez hay más doctores en este pais y que cada vez hay menos salidas en el campo de la investigación?

Igual lo hacen para evitar la "fuga de cerebros". Seguramente prefieren que se queden sirviendo cortados en una cafetería para poder comer.

Lo dicho, son unos impresentables